Se evitarán los productos abrasivos y objetos punzantes que puedan rayar, romper o deteriorar el piso.
Se evitará la caída de objetos punzantes o de peso que puedan dañar o incluso romper el piso.
Se evitarán las rayaduras producidas por el giro de las puertas o el movimiento del mobiliario que carezca de protección en los apoyos.
Se evitará la permanencia en el suelo de los agentes agresivos admisibles y la caída de los no admisibles.
Se podrá realizar un tratamiento de impermeabilización superficial para evitar la retención de manchas y/o aparición de eflorescencias procedentes del mortero de cemento sobre algunos productos porosos no esmaltados (baldosas de barro cocido y baldosín catalán).
PRESCRIPCIONES
El tipo de uso deberá ser el adecuado al material colocado (grado de dureza), para que no sufra pérdida de color ni deterioro de la textura exterior.
Al concluir la obra, la propiedad deberá conservar una reserva de materiales utilizados en el revestimiento, equivalente al 1% del material colocado, en previsión de reformas y corrección de desperfectos.
Deberán eliminarse inmediatamente las manchas que pudiesen penetrar en las piezas por absorción debida a la porosidad de las mismas.
Ante la aparición de manchas negras o verduscas en el revestimiento, deberán identificarse y eliminarse las causas de la humedad lo antes posible.
Deberá utilizarse un producto específico o una solución de un vaso de vinagre en un cubo de agua para eliminar restos de cemento.
Deberá utilizarse gasolina o alcohol en baja concentración para eliminar las colas, lacas y pinturas.
Deberá utilizarse quitamanchas o lejía para eliminar la tinta o rotulador.
Deberá repararse el revestimiento con los mismos materiales utilizados originalmente y en la forma indicada para su colocación por personal especializado.
Deberán estudiarse por un técnico competente las anomalías no imputables al uso, quien dictaminará su importancia y, en su caso, las reparaciones que deban efectuarse.
Deberá comprobarse el estado del soporte de mortero, en caso de desprendimiento de piezas.
Deberán limpiarse periódicamente mediante lavado con agua jabonosa y detergentes no abrasivos.
Para eliminar las manchas negras por existencia de humedad en el recubrimiento, deberá usarse lejía doméstica, comprobando previamente su efecto sobre la baldosa.
La limpieza en cocinas debe realizarse con detergentes amoniacados o con bioalcohol.
PROHIBICIONES
No se admitirá el encharcamiento de agua que, por filtración, puede afectar a la losa y a las armadurías del mismo o manifestarse en el techo de la vivienda inferior y afectar a los acabados e instalaciones.
No se superarán las cargas máximas previstas.
No se utilizarán espátulas metálicas ni estropajos abrasivos en su limpieza. No es aconsejable usar productos químicos muy concentrados.
No se utilizarán productos químicos sin consultar en la tabla de características técnicas de la baldosa, la resistencia al ataque de estos productos.
MANTENIMIENTO
POR EL USUARIO
Cada 2 años:
Sellado de las juntas sometidas a humedad constante (entrega de artefactos sanitarios) con silicona que garantice la impermeabilización de las juntas.
Cada 3 años:
Revisión de los distintos revestimientos, con reposición cuando sea necesario.
Cada 5 años:
Comprobación del estado y relleno de juntas, cubrejuntas, zócalos y cantoneras que requieran material de relleno y sellado.
POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO
Cada año:
Inspección del estado de las juntas entre piezas y de las juntas de dilatación, comprobando su estanqueidad al agua y reponiendo, cuando sea necesario, los correspondientes sellados.
Cada 2 años:
Comprobación de la ausencia de procesos patológicos tales como erosión mecánica, erosión química, grietas y fisuras, desprendimientos, humedades capilares y humedades accidentales.
Cada 5 años:
Inspección general del piso, procediéndose a las reparaciones necesarias bajo dirección de técnico competente.