El papel del usuario deberá limitarse a la observación de la instalación y sus prestaciones.
Cualquier modificación que se desee realizar en la tubería deberá contar con el asesoramiento de un técnico competente.
Cualquier anomalía observada deberá ser comunicada inmediatamente a la compañía suministradora.
Siempre que se revisen las instalaciones, un instalador autorizado reparará los defectos que puedan presentar fugas o deficiencias de funcionamiento en conducciones, accesorios y resto de equipos. En caso de que sea necesario, se repondrán las piezas que lo precisen.
Si hubiese que proceder al cambio o sustitución de algún ramal o parte de la instalación, deberá atenderse a las recomendaciones que haga el especialista en la materia, fundamentalmente en los aspectos concernientes a idoneidad y compatibilidad de los posibles materiales a emplear.
En caso de que haya que realizar cualquier reparación, deberá vaciarse y aislarse el sector en el que se encuentre la avería, procediendo a cerrar todas las llaves de paso y a abrir las llaves de desagüe. Cuando se haya realizado la reparación, se procederá a la limpieza y desinfección del sector.
PROHIBICIONES
No se manipularán ni modificarán las redes ni se realizarán cambios de materiales en las mismas.
MANTENIMIENTO
POR EL USUARIO
Cada año:
Limpieza de las caja de registros, al final del verano.
Comprobación del buen funcionamiento de apertura y cierre de las llaves.
Comprobación de ausencia de corrosión e incrustaciones excesivas.
Comprobación de la ausencia de golpes de ariete.
Cada 2 años:
Revisión de las llaves, en general.
POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO
Cada 2 años:
Revisión de la instalación en general y, si existieran indicios de alguna manifestación patológica tales como corrosión o incrustación, se efectuaría una prueba de estanqueidad y presión de funcionamiento, bajo la supervisión de un técnico competente.