Se procurará no inhalar gases procedentes de los conductos de ventilación.
La salida a la cubierta para el mantenimiento de los ventiladores será realizada exclusivamente por personal especializado, con las debidas condiciones de seguridad.
PRESCRIPCIONES
Toda modificación en la instalación o en sus condiciones de uso que pueda alterar su normal funcionamiento será realizada previo estudio y bajo la dirección de un técnico competente.
En caso de ser observada la aparición de grietas o fisuras en los conductos, deberá consultarse a un técnico competente para que dictamine su importancia y, si procede, las medidas a implementar. Se repararán los desperfectos y se procederá a realizar una nueva prueba de servicio.
Las rejillas deberán limpiarse con productos que no dañen ni el material del que están hechas ni sus acabados.
Si los conductos son vistos y aparecen síntomas de óxidos o de picado de los esmaltes o galvanizados, deberá avisarse a un profesional cualificado.
En caso de apreciarse alguna anomalía por parte del usuario, deberá avisarse a un instalador autorizado para que proceda a reparar los defectos encontrados y adopte las medidas oportunas.
Deberán ventilarse periódicamente los espacios interiores de las viviendas y elementos comunes.
Deberán repararse aquellas piezas de los ventiladores que aparezcan rotas o con defectos.
Siempre que se revisen las instalaciones, o antes si fuese apreciada una anomalía, se repararán los defectos encontrados por un instalador autorizado y, en caso de que sea necesario, se sustituirán las piezas que lo precisen.
PROHIBICIONES
No se utilizarán los conductos de ventilación para otro uso que no sea, específica y absolutamente, el de conducción del aire y el humo extraídos del garaje.
No se eliminarán ni cegarán los conductos ni se conectarán a ellos rejillas de ventilación de locales.
Las rejillas no se ocultarán en ningún caso, sea de forma temporal o permanente.
No se sujetarán elementos de las rejillas para evitar que se muevan.
No se cegarán las salidas de los ventiladores ni se disminuirá su altura.
MANTENIMIENTO
POR EL USUARIO
Cada 6 meses:
Observación del estado de las rejillas y limpieza de las mismas.
POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO
Cada año:
Realización de labores de limpieza y verificación del estado del ventilador, además de la sustitución o limpieza de filtros, si los posee.
Comprobación del funcionamiento adecuado del ventilador.
Inspección visual del estado del ventilador.
Comprobación de que no existen problemas de funcionamiento en los conductos de ventilación y de que los aparatos que evacúan en ellas no sufren anomalías en la evacuación de los productos procedentes de la combustión (falta o exceso de tiro).
Verificación de los elementos antivibratorios del ventilador, así como los conductos elásticos de unión con los conductos de ventilación.
Cada 5 años:
Limpieza de las rejillas.
Comprobación de las conexiones eléctricas y reparación de los defectos encontrados.
Limpieza del ventilador, eliminando aquellos elementos que se hayan podido fijar sobre él, con cuidado de que no caigan restos al interior de los conductos.
Comprobación de la estanqueidad de los conductos de ventilación.