Se evitarán golpes y rozaduras con elementos punzantes o pesados que puedan descascarillar o romper alguna pieza.
Se evitará el vertido de productos ácidos o cáusticos y de agua procedente de jardineras sobre la mampostería.
Se evitará en lo posible la exposición a la lluvia directa y a la acción continuada de la humedad, como la proveniente de condensaciones desde el interior o la de ascenso capilar.
Se alertará de posibles filtraciones desde las redes de suministro o evacuación de agua.
PRESCRIPCIONES
Si se observara riesgo de desprendimiento de material, deberá repararse inmediatamente.
En caso de apertura de rozas, un técnico competente realizará un estudio previo.
Las manchas ocasionales y pintadas deberán eliminarse mediante procedimientos adecuados al tipo de sustancia implicada.
Antes de proceder a la limpieza deberá realizarse un reconocimiento, por un técnico competente, del estado de los materiales y de la adecuación del método a emplear.
En el caso de aparición de grietas, se consultará siempre con un especialista, con el objeto de precisar su causa.
En el caso de sustitución de mampuestos o sillares, se rejuntará con mortero de las mismas características que el existente.
PROHIBICIONES
No se abrirán rozas por el exterior.
No se aplicarán esfuerzos horizontales.
No se empotrarán ni se apoyarán en la mampostería elementos estructurales tales como vigas o viguetas que ejerzan una sobrecarga concentrada, no prevista en el cálculo.
No se modificarán las condiciones de carga de las mamposterías ni se rebasarán las previstas en el proyecto.
No se sujetarán elementos sobre la piedra tales como cables, instalaciones, soportes o anclajes de rótulos, que puedan dañarla o provocar entrada de agua o su escorrentía.
MANTENIMIENTO
POR EL USUARIO
Cada año:
Inspección visual para detectar:
Posible aparición y desarrollo de grietas y fisuras, así como desplomes u otras deformaciones.
Erosión anormal o excesiva de paños o piezas aisladas, desconchados o descamaciones.
Erosión anormal o pérdida del mortero de las juntas, aparición de humedades y manchas diversas.
POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO
Cada 5 años:
Limpieza de la suciedad debida a la contaminación, al polvo y a los crecimientos orgánicos, según las características de la piedra, mediante lavado con agua, limpieza química o proyección de abrasivos.