Se evitará la exposición a la acción continuada de la humedad, como la proveniente de condensaciones desde el interior o la de ascenso capilar.
Se alertará de posibles filtraciones desde las redes de suministro o evacuación de agua.
Se evitarán golpes y rozaduras con elementos punzantes o pesados que puedan descascarillar o romper alguna pieza.
Se evitará el fundido sobre la mampostería de productos cáusticos y de agua procedente de jardineras.
PRESCRIPCIONES
Se denunciará cualquier fuga observada en las canalizaciones de suministro o evacuación de agua.
Antes de proceder a la limpieza deberá realizarse un reconocimiento, por un técnico competente, del estado de los materiales y de la adecuación del método a emplear.
Cualquier alteración encontrada, como fisuras, envejecimiento indebido o descomposición del ladrillo, será analizada por un técnico competente, que dictaminará su importancia y peligrosidad.
En caso de existir estas alteraciones, el profesional cualificado deberá hacer las reparaciones necesarias.
Las manchas ocasionales y pintadas deberán eliminarse mediante procedimientos adecuados al tipo de sustancia implicada.
En caso de sustitución de las piezas, se rejuntarán con mortero de las mismas características que el existente.
PROHIBICIONES
No se abrirán rozas, sin un estudio previo y la autorización de un técnico competente.
No se sobrepasarán las sobrecargas de uso ni las hipótesis de carga.
Se prohibirá cualquier uso que produzca una humedad mayor que la habitual.
MANTENIMIENTO
POR EL USUARIO
Cada año:
Inspección visual para detectar la posible aparición y desarrollo de grietas y fisuras, así como desplomes u otras deformaciones.
POR EL PROFESIONAL CUALIFICADO
Cada 3 años:
Inspección de las piezas que forman la mampostería, observando si se producen alteraciones por la acción de los agentes atmosféricos, fisuras debidas a asientos locales o a solicitaciones mecánicas imprevistas, erosión o pérdida del mortero de las juntas, aparición de humedades y manchas diversas.
Cada 10 años:
Limpieza según el tipo de ladrillo, mediante lavado con agua, limpieza química o proyección de abrasivos.